martes, 22 de enero de 2008

FELICIDADES, PRINCESA

Hoy hace 3 años que nacía la niña de mis ojos, Claudia.




De un lado, parece que fue ayer, y de otro, parece que fue hace mil años. Fue un día especial, mi día especial, uno de los más importantes de mi vida. Tengo grabado a fuego en mi memoria el devenir de lo sucedido aquel día.

Fueron unos momentos únicos, una mezcla de sensaciones y sentimientos, que se desbordaron cuando a las 10:42 nacía Claudia, con llanto de la recién nacida y también mío fruto de la tensión acumulada y la inmensa felicidad que sentí en aquel instante.



Después vinieron las felicitaciones y posteriormente cientos de primeras experiencias; los pañales, el baño, una mirada, un movimiento de labios, un bostezo, un llanto…. La pesábamos cada semana, y era motivo de celebración los 200 g que ponía. Todo era nuevo y maravilloso. Parecía como si el mundo se hubiera frenado, la velocidad de nuestras vidas era menor.



Conforme avanzaban los días y las semanas, Claudia nos obsequiaba siempre con algo nuevo. Se integraba poco a poco en nuestras vidas, también en la de los abuelos. Esto me hizo doblemente feliz, no había visto nunca a mi madre tan feliz, y mucho menos a mi padre. Con Claudia aprendí y empecé a valorar lo que mis padres me habían querido y mimado, lo que me habían dado tanto a mí como a mí hermano. De hecho, creo que en aquellos momentos perdí una coraza.

Creo que inconscientemente utilice la fotografía para que cada momento se quedara para siempre. Hice miles de fotos. Las descargaba en el ordenador, las organizaba por semanas, y las enseñaba continuamente recreándome con cada una de ellas.


También empecé a sufrir; resfriado, bronquitis, otitis. Adquirí un nuevo vocabulario y empecé a estudiar Medicina y Farmacia, pero con prácticas. Que si Ventolín por aquí, que si Dalsy por allí. Las conversaciones con los amigos giraban exclusivamente alrededor de los niños. De hecho, su primer cumpleaños fue pospuesto varias veces por una bronquitis y al final lo celebramos en 2 actos, primero con la familia (foto inferior) y después con los amigos.



Y hoy, solo quiero decirle que la quiero con toda mi alma. Que ha sido una bendición, tanto ella como Daniel. Que son lo más importante de mi vida.


FELICIDADES PRINCESA. TE QUIERO MUCHISIMO.

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