A 2 METROS BAJO TIERRA

Estoy absolutamente destrozado, abatido, harto de llorar.

Acabo de terminar esta noche con la serie "A 2 metros bajo tierra", una serie que deja huella, que marca sin duda. No pasa de largo, se introduce en el alma del espectador. No es entendible como una historia de ficción puede empapar tanto y llegar tan dentro.

Es desgarradora, a la vez que entrañable. Dura, a la vez que delicada. Silenciosa, a la vez que atronadora. Así es la serie "A 2 metros bajo tierra", una obra maestra de las series de television.

No quiero desvelaros la serie por si teneis intención de verla. Lo que si os anticiparé es que nos cuenta la historia de una familia estadounidense dueña de una funeraria, y que logicamente convive con la muerte, con toda la naturalidad y todo el drama que esto conlleva.

No la seguí en TV cuando la pasaron, pero por insistencia de Higinio y Merche, la empecé a ver en la XBOX. Casí mejor, porque la he podido administrar, dosificar en función de mi disponibilidad, de mi estado de ánimo, de como había pasado el día; frenando capítulos para degustarlos a medida.

Es cierto que, como todo en la vida, tiene altibajos, pero no es óbice para que pierda interés.

Aquellos que la han visto saben que no exagero si digo que es una novela filosófica planteada en 5 temporadas, de unos 12 capítulos cada una. Tiene la dimensión de la literatura, pero en versión televisiva.

No hay una gran historia detrás, sino muchas pequeñas historias, con diferentes mensajes aunque en el fondo encierran uno sólo y grande. Se exhiben grandes silencios, algunos de ellos con adornados con música; otros, simplemente silencio. Y sobre todo, posee un exquisito guión. En algunos capítulos, hay algunas conversaciones que merecen ser escuchadas o leidas una y otra vez (yo las he copiado en papel).

Pero hay algo asombroso en la serie: es la capacidad que tiene de hacerte reflexionar sobre la vida, sobre tu vida y sobre la vida de los demás.

En definitiva, creo que pudiera ser la mejor serie de tv que se haya realizado. Es una obra maestra que no debeis perderos. Os la recomiendo.

Ahora me recomiendan Los Sopranos, pero estoy absolutamente seguro que no estará a la altura, ni esta ni ninguna otra.

Si la habeis visto, estareis conmigo; y si no, os envidio: empezad a disfrutadla.